jueves, 28 de julio de 2011

Mis dioses: Velchanos

Antes que nada, debo puntualizar que, aunque este artículo se basa en hechos contrastados, esta visión del dios Velchanos es una sincretización muy personal. Lo que se conoce de forma segura de este dios es bastante poco y su relación con otros dioses (como el Vulcano (Volcanus) latino o el Velchans etrusco), aunque parezca evidente, está aún abierta a debate.
Obviamente, si escribo este artículo es para dar a conocer un poco mejor a mi dios tutelar que descubrí por ¿casualidad? hace ya más de diez años.
Velchanos era el dios principal en la Creta pre-helénica, junto a su madre/esposa Hellotis (o Halotia).

Como guía de los jóvenes cretense en su pasaje ritual a la edad adulta (y por ende, a sus plenos derechos como ciudadanos, entre ellos, el de casarse), Velchanos era representado como un joven imberbe (efebo). Se trataba de un arquetipo masculino de dios/cielo cuya manifestación era el rayo. La mitología cretense temprana describe su encuentro con el arquetipo femenino diosa/tierra.

A medida que se desarrollaba su culto, su rol como iniciador de adolescentes a las artes de la guerra (es decir, la nobleza) se expandió a la tutela de todas las actividades ligadas a la realeza, entre ellas la metalurgia y el sacerdocio.  Por ello Velchanos se convierte también en un dios herrero (pasando de dios solar a dios ctónico) por una parte y en regente del inframundo minoico por otra parte. Pero su antigua subordinación a una Gran Diosa nunca fue olvidada, de ahí que siempre fuera representado bajo la forma de un toro (ya sea como becerro, como toro adulto,  como hombre-toro o, sencillamente, bajo la forma de un par de cuernos) cuyos cuernos simbolizan un creciente lunar.
Se considera a Velchanos como el origen del culto a Zeus/Kretágenes (la versión infantil de Zeus. Recordemos que, según la leyenda, Zeus nació en Creta y fue cuidado allí por los curetes.
Como dios ctónico, Velchanos fue representado con el aspecto de un hombre con cabeza de toro. Esta fue la forma recordada por los diferentes pueblos invasores de Creta, dando paso más tarde a la leyenda del minotauro y de su laberinto.

Ese minotauro pre-helénico era a la vez el guardián y el señor del inframundo. El laberinto era la “puerta” previa a ese mundo del más allá, una prueba a la que tanto los jóvenes cretenses, como los aspirantes a héroes e incluso las almas de los difuntos, debían de enfrentarse. Para los primeros y segundos, se trataba de un viaje iniciático. Para los terceros, un camino para llegar a su hogar definitivo.
En el caso más terrenal e histórico (el rito de paso de los adolescentes al estado adulto), es probable de que se tratara de una iniciación a la danza sagrada siguiendo unos pasos pre-establecidos en el laberinto, imitando la danza nupcial de las aves migratorias que volvían a mediados de primavera (se sabe que las fiestas velchanias en las que los jóvenes era iniciados, se celebraban alrededor del 1 de mayo). Como es sabido, la vuelta de las aves migratorias eran interpretadas como una resurrección de la naturaleza (lo que convierte también a Velchanos en un dios cíclico de la naturaleza como el egipcio Osiris).

Después de los cuernos, el símbolo de Velchanos era la Labrys, el hacha sagrada de doble filo. Esta arma estaba asociada al culto a la Gran Diosa y otras divinidades telúricas. Se trata de un símbolo femenino y contrariamente a lo que yo pensaba, no es el dios quien lo yergue en un principio si no sus sacerdotisas (más que probablemente para sacrificar a los toros ofrendados ya sea a Velchanos o a Hellotis). Al menos durante la época matriarcal. Es bastante seguro de que eso cambió con el advenimiento del patriarcado, cuando los dioses masculinos se apropiaron de muchos atributos de las diosas.


Eso se puede averiguar indagando en otras mitologías posteriores (mayoritariamente indo-europeas). Zeus es representado a veces con una labrys. Heracles se quedó con el hacha de doble hoja de Hipólita tras derrotarla. Thor, en representaciones primitivas, lleva una labrys en vez de un martillo e Indra tiene su vajra (un arma muy parecida a la labrys). Todas estas variantes parecen simbolizar un arma capaz de llamar al rayo. A mí siempre me ha llamado la atención su parecido con la lemniscata, el símbolo del infinito.


Algunos, como Robert Graves, han identificado la labrys como un símbolo lunar con los dos filos curvos representando las fases creciente y menguante. Pero, a mi entender, los filos estarían invertidos en este caso.

Para terminar con la labrys, decir que ha sido adoptada por la actual comunidad lesbiana como símbolo de la independencia femenina respecto al patriarcado.

Para volver a Velchanos, veamos cuáles son sus atribuciones.
-          En su forma de adolescente, inicia a los jóvenes en la vida de adulto, dándoles el derecho a casarse (es decir, los vuelve fértiles). Y en ese sentido, al hacerlo a mediados de primavera, fecunda la Tierra, regenerándola (como el Osiris egipcio). Pero (si hemos de creer algunas representaciones suyas acompañado de leones y ciervos), también es un dios de la caza en esa faceta.
-          En su forma de minotauro, es el maestro iniciático que instruye a los mejores guerreros para convertirlos en héroes.
-          Como dios de la muerte (igual que Anubis), guía a los muertos al inframundo.
-          Como dios telúrico, tiene acceso a los metales y gemas y domina la metalurgia.
Tenemos pues a un dios bastante completo (y complejo) que probablemente provenga de una religión muy antigua que solo veneraba a una pareja divina (la Gran Diosa con su esposo/hijo) donde el aspecto masculino estaba, de alguna manera, supeditado al aspecto femenino puesto que el primero era sacrificado ritualmente al segundo. Es decir, una matriarcado.




Fuentes:
Gérard Capdeville. Volcanus: recherches comparatistes sur les origines du culte de Vulcain (Volcanus: investigaciones comparatistas sobre los orígenes del culto a Vulcano).
Adam Paluchowski. Notes au sujet des velchania de Lyttos (notas sobre las velchanias de Lyttos).
Robert Graves. La diosa blanca.
Robert Graves. Los mitos griegos.