sábado, 8 de enero de 2011

Orígenes

Animado por la investigación de mi amiga Dandelion he pensado en presentar yo también mi árbol genealógico. Es una investigación que realicé hace ya unos años y está lejos de estar completa aún. Pero no desespero de profundizarla lo más posible. Al igual que Dandelion, no creo que esto pueda interesar demasiado a otros pero es importante para mí.

Por una parte he tenido suerte al estar mi familia entroncada con la de los Larios. Al ser una familia de rancio abolengo, famosa por sus bodegas y destilerías, hay bastante material en internet para facilitar la labor. Al menos, en lo que se refiere a la rama de mi abuelo materno, José Martín Giménez.

Este era cochero y estibador en el muelle de Huelva. Conoció a Antonia Capilla Granado y tuvieron un hijo en 1921. En 1923 tuvieron una hija (mi madre) y, pasados otros dos años, se casaron. Después de eso tuvieron otros tres hijos.
Él murió en 1947 trás un accidente de trabajo en el muelle (se le cayó encima una carga, clavándole un trozo de carbón en el pecho). Ella murió de cáncer en 1980.




En el caso de la rama de mi padre o de mi abuela materna, todo se vuelve ya bastante más oscuro. El hecho de que todos los miembros de esos ramales hayan fallecido obstaculiza casi por completo el camino.

En el segundo caso (mi abuela materna), sé que la familia provenía de Capilla del Monte (provincia de Badajoz) y que probablemente haya ahí un orígen templario. Un tema muy difícil de averiguar es la ascendencia irlandesa o escocesa de la que hablaba mi abuela. Lo cierto es que hay varios rubios y pelirrojos en la familia. Mi hermana nació pelirroja (aunque se volvió morena poco después) y mi propia abuela tenía el pelo rubio rojizo. De hecho, en la calle onubense (calle Miguel Redondo) donde vivió en la segunda mitad del siglo XX , se le conocía como Antonia la rubia.

Veamos ahora el árbol genealógico hasta donde he llegado.

Como podéis ver, he tenido que añadir varios cuadros para que todo cupiera en una misma imágen. No se puede leer muy bien a priori pero pulsando sobre la imágen lo veréis mejor.

Ya expliqué las dificultades de ahondar en la rama de mi padre y no he podido llegar más allá de mi abuelo Lucio Adolfo Fernández Tobías. Este se casó con Antonia Amos Márquez (con quien tuvo 7 hijos, entre ellos, mi padre) y, cuando murió mi abuela, volvió a casarse con Elvira Pilar Gásco de quien no tuvo descendencia.
Llegó a ser alcalde de Calamonte, un pequeño pueblo de Badajoz aunque más cercano a Mérida. Al ser socialista e íntimo amigo de Manuel Azaña y de Niceto Alcalá-Zamora, su destino quedó sellado al estallar el "Movimiento" en 1936.

Tuvo que huir con toda su familia a Huelva ese año para salvar la vida pero se vio obligado a volver a Calamonte bajo la amenaza de ver ejecutados a varios de sus hijos (hacían el servicio militar en ese momento). Fue fusilado casi inmediatamente en el pueblo del que fuera alcalde... o eso creíamos. Cuando visité Calamonte con mi padre en 1990, supimos por algunos testigos que le habían disparado a las piernas y que le enterraron vivo en una fosa común.

Una de sus hijas (Manuela, la menor) reconoció sus restos por unos tirantes que aún llevaba puesto cuando las autoridades del pueblo encontraron la fosa común (creo que eso fue en 1983 o 1984). Esos restos reposan ahora en el cementerio, en un nicho ofrecido por el ayuntamiento.


Volvamos ahora a la rama entroncada con la familia Larios y el Antiguo e Ilustre solar de Tejada (nada menos). No voy a contar toda la historia pues esta se encuentra ya registrada en varios sitios de la red. Resumiré diciendo que Pablo Larios de las Heras, oriundo de Laguna de Cameros (Logroño) se instaló en Málaga en las primerías del siglo XIX, muy pocos años antes de la invasión de España por parte de las tropas napoleónicas. Envió a varios de sus hijos a establecerse a Cadiz y a Gibraltar.

Uno de esos hijos, enviado a Cadiz, era Martín Larios y Herreros quien volvió a Malaga y se convirtió al final en el jefe de familia. Casado con su prima-hermana Margarita Larios y Martinez de Tejada, desarrolló los negocios familiares en dicha ciudad, confirmándose como pro-hombre de la misma y siendo ennoblecido por la reina Isabel II en 1865 como primer marqués de Larios. Así mismo, su primo-hermano (y cuñado) Carlos Larios y Martinez de Tejada recibió el título de marqués de Guadiaro.
Como dato curioso, Martín y Margarita fallecieron en Paris en 1873. En la misma ciudad en la que yo nacería 91 años después.



El segundo marqués de Larios fue Manuel Domingo Larios y Larios, hijo de Martín y Margarita. Oficialmente murió en 1895 sin descendencia (también murió en Paris, en 1895). Sin embargo, aunque no puedo demostrar nada en absoluto, puedo decir que tuvo un escarcéo con una de sus primas, Dolores Martín Larios, de una rama menor de la familia. De esa aventura nació Benito Martín Larios, mi bisabuelo.


De ahí hasta llegar a mí, pasando por mi abuelo José Martín Gimenez (ver la primera foto del artículo) y mi madre, Mercedes Martín Capilla, y ahí se acaba la historia de momento. Mi línea se corta justo ahí puesto que no tengo descendientes, que yo sepa al menos. A no ser que me salga un hijo secreto trompetista dándome la sorpresa.

Sin embargo, no es el fín. Mi madre no era la mayor de sus hermanos. Lo era mi tío, Benito Martín Capilla, fallecido hace ahora un año. Sus nietos, Alberto y Adrián Gómez Martín retoman ahora el estandarte. Lo curioso es que mi sobrino Alberto (en la foto parece un poco seco pero en realidad es muy simpaticón, eh) tiene un fuerte parecido con el primer marqués de Larios.