Ayer tarde falleció un chaval de 26 años, Alberto Garrido. No era más q el nieto de una vecina mía. Pero yo lo conocía desde crío y era una persona muy especial por su bondad y su sencillez. Era sano y deportista, ni bebía ni fumaba. Nunca hizo daño a nadie.
Sin embargo, la Camarda* se lo llevó ayer. Así, porque sí. Sin una enfermedad, sin un accidente, sin una pelea, nada... y sin explicación. Le llaman Muerte Súbita.
Acababa de comprarse un coche nuevo y, hace muy poco, se compró una casa. Porque iba a casarse en septiembre de este año. Todo un sueño truncado de forma irreverente por... por lo q sea.
Me llevo dos recuerdos de él. El primero, q todos los años, por navidad venía a verme para q le hiciera el nudo de la corbata. Este año iba a hacer lo mismo y, de camino, presentarme a su novia. Pero esta se puso enferma y ni pude conocerla ni le hice el nudo de la corbata a Alberto. Curiosamente, tuve q hacerselo al novio de su hermana. ^^
El segundo recuerdo no es menos importante. Siempre q me veía, Alberto sentía el impulso de darme un beso en la mejilla, como si yo fuera de su familia. Pero era un chico cortado y siempre se retiraba en el último momento, tendiéndome la mano. Yo, por no presionarlo o cortarlo aún más, no insistía. Ahora me arrepiento de no haber insistido porque nunca más podré darle esa oportunidad. Pero no importa. Esté donde esté, él ya sabe q para mí
Ve en paz, Alberto. El recuerdo de tu sonrisa calentará el corazón de mucha gente durante mucho tiempo. Ese es tu mejor legado.
La Camarda es el nombre q recibe en Francia la Muerte en su forma de esqueleto con una guadaña.
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